El barrio de Sants inicialmente era un pueblo rural dedicado principalmente a la agricultura y la ganadería, pero a mediados del siglo XIX, con la construcción de las grandes fábricas a vapor, se produce un cambio muy importante: el viejo núcleo rural se convierte en un núcleo industrial y la población comienza a crecer rápidamente. Sants tuvo autonomía hasta 1897, año en que pasó a formar parte de Barcelona, ​​pero el barrio conserva buena parte de sus características de núcleo obrero y su gente lo sigue considerando como un pueblo.

Seguro a algunos les sonará el dicho “¡Vas bé per anar a Sants!”, pero el que quizás no les sonará tanto es “Esguerrats, cap a Sants”. Si deseas conocer qué significan estos dichos, entre otras curiosidades del barrio, te ofrecemos la oportunidad de dar un paseo y descubrir uno de los barrios más antiguos de nuestra ciudad.